¿Qué se entiende por falta de deseo sexual? ¿Qué se puede hacer cuando el deseo disminuye considerablemente? ¿Cuándo se considera la falta de deseo un problema sexual? La característica esencial de la falta de deseo es la falta de interés por iniciar la actividad sexual, la ausencia de fantasías sexuales y la falta de receptividad sexual.
Se considera un problema cuando la falta de deseo está acompañada de sufrimiento.
Esta inhibición es una de las demandas más frecuentes en la terapia sexual. Antes era más frecuente en mujeres que en hombres, pero han aumentado los casos de carencia de deseo sexual en hombres en los últimos años. Por tanto, ya no estamos hablando de la disfunción sexual característica de mujeres sino que, en estos momentos, afecta a los dos sexos.
El deseo sexual nos prepara para vivir una experiencia de placer. El impulso de desear no depende sólo de la voluntad de una persona. Entonces, existen otros factores que influyen en la estimulación o la inhibición del deseo. Algunos de estos factores inhibidores pueden ser la carencia de tiempo personal, el estrés, los efectos secundarios de la medicación, síntoma de alguna alteración física o el cansancio físico. Problemas de autoestima, un sentimiento de culpa asociado al placer o una depresión encubierta pueden ser otros motivos que pueden explicar la aparición de este trastorno sexual. Las emociones también pueden desempeñar un papel importante, sobre todo, con el miedo y la rabia. Cuando hay miedo a fallar, no estar a la altura, rechazo o ridículo puede afectar negativamente con el deseo. También puede ocurrir que, cuando hay conflictos no resueltos o una rabia no expresada por parte de uno de los miembros de la pareja, el deseo sexual provoque un distanciamiento sexual en la pareja. Por este motivo, hay parejas que consultan a un profesional frente a una falta de deseo sexual porque no estamos hablando únicamente de un problema individual, sino de un problema que afecta a la relación de pareja.
El deseo es un aspecto vulnerable porque, cuando las personas sufren problemas emocionales, su sexualidad tiende a alterarse de una u otra forma…
Es un medio de relación con el otro y con uno/a mismo/a, está siempre cargada de emociones profundas y de significados que trascienden a la mecánica sexual. De todas formas, se puede recuperar el deseo sexual para poder disfrutar de una vida sexual plena y satisfactoria buscando ayuda. Algunas de las estrategias para resolver la carencia de deseo sexual son tener un adecuado conocimiento personal, tener una actitud positiva y sana ante la sexualidad, entrenamiento en fantasías sexuales, tener deseo por vivir y cuidar la propia salud.
Para poder detectar las causas de la falta de deseo sexual y resolverlo, se recomienda solicitar ayuda psicológica a un terapeuta sexual.
