La sexualidad no es solo un cuerpo a cuerpo. En la investigación del placer, intervienen de manera efectiva los cinco sentidos, desde el preciso momento en que los mecanismos de la respuesta sexual empiezan a funcionar hasta que se culmina. Estamos en una sociedad sumergida en el hacer, a llegar por la noche y decir: “voy a mirar la agenda a ver cuántas cosas he hecho”. Pocas personas se plantean: “cuántas cosas he sentido hoy?”. Esta pregunta nos conectaría con nuestra posibilidad de existir y sentir. Recuperar el contacto con que es sensorial es la primera condición para conseguir una vida sexual llena. Desconocemos el que somos como cuerpo, tenemos poca comprensión del que somos como órgano sensorial. La limitación en la expresión emocional y el olvido de las sensaciones placientes más primarias conducen a una forma de intimidad mecánica y estereotipada. Nos estamos perdiendo la oportunidad de conocer las inmensas posibilidades sensuales que tenemos para vivir y disfrutar de nuestra sexualidad.
¿QUÉ ES LA SENSUALIDAD?
La sensualidad es calidad de sensual. Sensual es la calidad perteneciente a los gustos y placeres de los sentidos, especialmente a los sexuales. Es la expresión o respuesta a cualquier estímulo que se pueda captar o percibir, sea sexual o no sexual. Es la capacidad que una persona tiene de despertar el deseo sexual en otras personas y para provocar atracción gracias a los cinco sentidos. La sensualidad abre un abanico de posibilidades que, junto con la imaginación, consigue efectos innovadores en los cuales saben cómo utilizarla. Cualquier estímulo que pueda producirnos placer o exaltación, venga de una persona o de un objeto, despertará nuestro deseo de retener y repetir la experiencia. Una mirada sugestiva, un tipo de perfume, una caricia en un lugar adecuado, un sabor que nos guste o una persona que deseemos mirar, sentir tocar u oler pueden desencadenar fantasías y, a menudo, producen el inicio de respuestas sexuales. Esto quiere decir que el estímulo ha dado diana en nuestra sensualidad.
¿CUALQUIER PERSONA PUEDE SER SENSUAL?
Cualquier persona puede desarrollar y potenciar su sensualidad, si se lo propone. Lejos de ser instintivo, se puede aprender. Este aprendizaje dura toda la vida. Es una calidad inherente al ser humano. De todos modos, este aprendizaje va ligado con unos requisitos que hablan de cómo se siente la persona consigo misma.
Algunas personas creen erróneamente que la sensualidad pertenece al sexo femenino atribuyendo la sexualidad al hombre. No se puede desatar la sexualidad de la sensualidad. Hombres y mujeres poseen esta misma capacidad que se puede desarrollar. Del mismo modo que no hay ninguna persona sin la capacidad de obtener placer sexual, no hay ningún hombre ni mujer sin la capacidad para ser sensual. Es un binomio inseparable: sensualidad – sexualidad.
¿QUÉ ES UNA PERSONA SENSUAL?
Una persona sensual es aquella que provoca atracción o reacción en los sentidos de otra, sea deseo sexual, atracción, deseo de hacer el amor, etc. Además, posee una armonía interior, autoestima alta, buena confianza y sabe expresarse a través de los sentidos respetándose a sí misma y a los demás. Para conseguirlo, se tiene que encontrar la persona que hay dentro de cada cual olvidándose de las apariencias y sin el objetivo de gustar a los demás.
Según Fritz Perls – médico psiquiatra y creador de la terapia Gestalt, ”la dificultad para optimizar nuestro potencial está en relación a que la persona no se encuentra dispuesta a aceptarse cómo es limitante las habilidades necesarias para enfrentarse en la vida”. Abrirse al propio placer se refiere a la autoestima corporal. Si no aceptamos nuestro cuerpo en su totalidad, no nos conectaremos con nuestra sensualidad y, con esto, mutilan algunos de nuestros sensores. ¡Esto representaría el fondo del iceberg!
La sensualidad es una posición ante la vida puesto que te permite relacionarte con los otros en todos los aspectos, no solo buscando un encuentro sexual. Cuando consigues que los otros estén a gusto contigo, cuando provocas la atención de quien te rodea o cuando te sientes deseado/da, estás siendo sensual como resultado de haber despertado los sentidos en las otras personas. Una persona sensual posee un fuerte magnetismo personal, un magnetismo seductor.
¿Cuáles son los beneficios y ventajas de una vida sexual acompañada de sensualidad?
- La sensualidad tiende a la innovación, despierta la curiosidad y la imaginación.
- Permite disfrutar de una vida sexual satisfactoria.
- Asegurarse una comunicación sexual auténtica en la relación de pareja. La posibilidad de contacto y comunicación auténtica está dada en la medida que haya autoaceptación y aceptación del otro – “lo que es, es”.
- Abrir puertas al placer sexual tomando conciencia de nuestro cuerpo.
- Obtener una intimidad genuina que implica una vinculación afectiva profunda y un mutuo conocimiento. La intimidad va más allá de la compenetración física de dos cuerpos con sus genitales.
- Despertar los sentidos propios y de la otra persona.
- Mayor conexión entre la mente y el cuerpo.
- Disfrutar del que es bello. Cuando salimos a la calle, nos permite tener una visión de la belleza de nuestro entorno más allá del que haremos en media hora.
En definitiva, una persona capaz de recibir mayores dosis de placer automáticamente aumenta su grado de energía vital, estado inmunológico, circulación sanguínea y una actitud alegre. Es decir, aumenta su calidad de vida. Cada cual es libre de explorar y descubrir su propia sensualidad, el que lo erotiza, personalizar su sexualidad, de aprender el que quiera y de convertir las relaciones con las otras personas, de cualquier sexo, con el que desee.
Este artículo está extraído de la charla La Seducción de Xahrazad realizada a SexAcademy Barcelona en el marco de la sección “Lo invitado” en el que muchas personas viajaron a través de nuestros cinco sentidos para ser más consciente del potencial que nos ofrece nuestro cuerpo y nuestra mente.
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