Según la RAE, la masturbación es la acción de estimular a los genitales (de alguien) para producir el orgasmo sin coito. Por tanto, lo entendemos como cualquier acto, sea tocar la vulva, el clítoris o el pene, que tiene como objetivo conseguir placer. Su significado ha ido evolucionando a lo largo de los años, pues es muy distinto hablar de masturbación en el siglo XXI que en una época anterior. Por ejemplo, en el Antiguo Egipto, la masturbación formaba parte de muchas ceremonias religiosas, el faraón se masturbaba durante su ceremonia de coronación. Las mujeres recurrían a los consoladores. En muchas tumbas de las reinas egipcias se encontraron objetos similares a los consoladores.
Hombres y mujeres se masturban. Según algunos estudios, los chicos se inician antes que las chicas. A los 16 años, el 40% de las chicas afirma haber practicado la masturbación en alguna ocasión frente al 80% de los chicos. Hay diferentes motivos que pueden explicarlo. Uno de ellos es que las chicas tienen los genitales menos accesibles lo que frecuentemente puede producir un desconocimiento total o parcial de sus genitales y, en algunas ocasiones, descubren esta práctica por accidente: cuando se rascan la vulva, cuando se aguantan orina o cuando juntan las piernas con fuerza. Por el contrario, los chicos tienen sus genitales accesibles lo que facilita su manipulación y visualización, incluido a la hora de orinar. Otro motivo para entender este dato es que la sexualidad femenina ha sido bastante olvidada por nuestra sociedad. Esto ha dificultado que las mujeres tuvieran una concepción más activa de la sexualidad. En los últimos años esto está cambiando, ya que hombres y mujeres saben que tienen los mismos derechos y la sexualidad no es una excepción. Cada vez más mujeres pierden la timidez y hablan abiertamente de ello en su grupo de amigas.
Aunque algunos mitos sobre la masturbación han ido desapareciendo (deformación de los órganos sexuales, acné, ceguera, esterilidad, caída del cabello, disfunción eréctil, etc.), existen otras creencias erróneas que perjudican notablemente en el aprendizaje y/o la práctica de la masturbación.
Una de ellas es la creencia de que masturbarse resta deseo sexual hacia la pareja
No sólo es falso que la masturbación resta deseo, sino que aumenta la libido a la hora de mantener relaciones sexuales. Otra creencia que aparece en consulta es la siguiente: si tengo pareja, no puedo masturbarme ya que esto indica que mi vida sexual en pareja es insatisfactoria. Masturbarse no es una traición a la pareja, pero algunas personas manifiestan esa incompatibilidad. Inconscientemente, no masturbarse es una manera de demostrar a la pareja porque les basta con las relaciones sexuales: “Mira que bien lo paso contigo que no necesito ni masturbarme”.
Masturbarse y tener una vida sexual satisfactoria en pareja es compatible e incluso deseable
La masturbación tiene ventajas. ¿Cuáles son?
- Es una práctica útil para aprender a conocer las características y necesidades del propio cuerpo.
- Puede practicarse a lo largo de toda la vida – durante la infancia, los rozamientos con los genitales se consideran un acto de masturbación, aunque no se consiga un orgasmo.
- Practicar la masturbación favorece una actitud sana hacia la sexualidad.
- Proporciona mayor seguridad en las relaciones sexuales con su pareja.
- Un buen recurso cuando los intereses sexuales de la pareja son diferentes: ¿qué ocurre cuando un miembro de la pareja desea tener una relación sexual y la otra no? ¿Y si esto ocurre a menudo? Esa diferencia de ritmos se convierte en un problema que puede crear tensión en la pareja. La masturbación puede contribuir a que esto no sea un conflicto en la pareja e incluso se puede reconvertir en una experiencia compartida donde la persona que suele tener un mayor deseo sexual disfrute de la masturbación en presencia de su pareja sin que esto suponga mantener una relación sexual activa por ambas partes.
- Puede realizarse en cualquier momento, es decir, no requiere estar acompañado ni es necesaria ninguna preparación previa.
- Sirve para aliviar las menstruaciones dolorosas.
- Es una buena ayuda en las noches que sea difícil dormirse o simplemente para conseguir liberar la tensión sexual.
- Es una buena práctica de sexo seguro.
- Una buena forma de hacerse un regalo a uno mismo.
- Invita a no renunciar a la sexualidad individual y, por otra parte, quita responsabilidad a la vida sexual en pareja.
En muchas ocasiones, se tiende a relacionar la sexualidad exclusivamente a la sexualidad en pareja, tanto sea esporádica como estable. Estos y otros motivos invitan a dejar de leer este artículo y pasar a la práctica.
A pesar de sus ventajas, la masturbación es una práctica de la que no debe abusarse. ¿Qué significa esto? Si una persona recurre sistemática o impulsivamente a la masturbación con el fin de aligerar sentimientos de soledad u otros, el objetivo no es conseguir placer sino evadirse de los problemas y, como consecuencia, se irá aislante socialmente. Es importante dedicarle un espacio y tiempo prolongado. Hay personas con problemas de eyaculación precoz que explican que dedicaban poco tiempo a masturbarse por miedo a que fueran descubiertos por algún familiar o porque no podían dormir solos en su habitación. Este aprendizaje se traslada posteriormente a las relaciones sexuales en pareja.
Si aparecieran algunas de estas problemáticas, sería recomendable la ayuda de un psicólogo especializado en terapia sexual para buscar soluciones porque todo el mundo tiene derecho a disfrutar de la sexualidad de una forma saludable sin malestar emocional.
Se encuentran referencias a la masturbación en canciones y películas actuales y no tan recientes. Hay canciones que hablan de la masturbación tales como, por ejemplo, la cantante Bebe con su canción Con mis manos (2004) trata el tema de la masturbación de la siguiente manera: “en el sillón de mi cuarto, pienso en ti mis manos, una y otra vez” y el grupo catalán Pastora – puedes ver su videoclip aquí – con su single Mirona (2003) habla así: “pero, se queda dormida sola y se hace cosquillas con el edredón“. Quien no recuerda la escena inicial de la película Tapas (2005) de José Corbacho y Juan Cruz donde el personaje de Raquel aparece masturbándose delante de un chat de Internet o el personaje de Irene de la película En la ciudad (2003) de Cesc Gay donde ésta aparece masturbándose en el sofá cuando no puede permitirse liberar sus deseos verdaderos. Recordemos una frase célebre del cineasta Woody Allen que aparece en la película Annie Hall (1977) donde dice lo siguiente: «La masturbación es hacer el amor con la persona que más quiero«.
La masturbación es una alternativa de expresión sexual, nunca debe entenderse como una obligación. Por eso, es importante respetar la decisión de no hacerlo. Disfrutar de la propia sexualidad es un derecho fundamental como persona y no es un deber dejar su práctica si se tiene pareja. ¡Simplemente, porque te apetece!