¿Te has preguntado qué lugar ocupas en el mundo? ¿Cuál es tu sitio en el mundo? ¿Cuál es un buen sitio para ti? ¿Sientes que estás bien situado, situada en la vida? ¿Te encuentras a gusto en el sitio que ocupas en tu día a día? ¿Dónde te encuentras más a gusto: en casa, paseando con un amigo, cenando con tu hermana, en el gimnasio, en el trabajo, haciendo una actividad de tu gusto en solitario…? ¿Dónde te encuentras más a disgusto?
Ocuparnos de encontrar un buen sitio en la vida, tiene que ver con la salud anímica, mental y física. Quizás sueles complacer a los demás para sentirte aceptada, aceptado. Quizá busques el protagonismo allá donde vas y eso te desgasta, a veces. Quizás prefieres llamar la atención con tu silencio y no posicionamiento, que acaba siendo una forma de hablar también. ¿O sueles preferir la soledad para evitar el esfuerzo que supone la socialización? ¿O te angustia la soledad? ¿O encuentras un buen equilibrio entre la soledad y la vida social?
Tu posicionamiento en el mundo tiene que ver con aspectos inconscientes y gracias a la conciencia puedes encontrar un buen sitio para ti, en tu existencia, tan valiosa.
Cuando iniciamos una psicoterapia nos haremos preguntas sobre cómo estamos posicionados/as en la vida. Hay un trabajo que facilita que podamos darnos cuenta de qué lugar ocupamos en el momento actual, de cómo estamos situados en relación con nosotros mismos/as y a las personas significativas afectivamente. Lo llamo: Fotografía de mi mundo afectivo. Se trata de un trabajo con muñecos/as (los clics de Playmobil por ejemplo) o con figuras que me representan a mí y a mi sistema vital. Habrá que escoger un/a muñeco/a que me represente a mí y un/a muñeco/a para cada persona importante. Cogeremos una mesa que representará nuestro mundo vital e iremos colocando a cada muñeco/a en este espacio. Quedará configurada una foto de cómo estamos posicionados en el momento actual. Y nos responderemos a las siguientes preguntas:
- ¿Cómo se siente el muñeco, la muñeca que me representa a mí?
- Si pudiera hablar, ¿qué diría?
- ¿A quién tengo cerca?
- ¿A quién miro, quién me mira?
- ¿Tengo espacio vital, o estoy demasiado amalgamados con alguien o algunas personas de nuestro entorno?
- ¿Tengo ganas de moverme en alguna otra dirección, colocarme en otro sitio?
Este trabajo sirve para darnos cuenta de qué lugar ocupamos y nos posibilita buscar un buen sitio, metafórica y simbólicamente y también en el ámbito real. Podremos coger el/la muñeco/a que nos representa y cambiarlo de sitio. Y volvernos a hacer la misma pregunta: ¿cómo se siente el muñeco que me representa en ese nuevo lugar que le doy? Cuando encontramos un lugar para nosotros mismos/os donde respiramos profundamente, con calma, donde pensamos y sentimos que es este nuestro sitio, lo que nos permite ser auténticos/as, coherentes, cuidadosos/as con nosotros, la imagen queda grabada y nos ayudará a iniciar un nuevo camino en esa dirección. Porque cuando podemos hacer una toma de conciencia clara, gracias al trabajo psicoterapéutico más ejercicios prácticos como éste, ya no lo olvidaremos y nos será más fácil el cambio iniciando pequeñas acciones que nos llevarán a un sitio mejor.
A veces aparece una carga, un sentimiento de pena que la fotografía nos ha desvelado: podremos elegir a otro muñeco/a o figura para que represente esta carga llena de pena y le daremos un lugar dentro del sistema que hemos hecho: esto nos permitirá por un lado poner fuera la carga, nos aliviará y por otra parte nos dará pistas de donde proviene y tendremos la opción de devolverla a su sitio y trabajando la culpa que nos comporta ver a la persona a quien le corresponde, aquejada. Y sabiendo que no nos ayudamos ni ayudamos a los demás por mucho que intentemos cargar con sus dolores o tristezas, al revés.
La dinámica se encuadra en el ámbito de las Constelaciones Familiares y éstas son algunas de las reglas básicas que nos hablan del orden correcto con relación al sistema del que formamos parte: familia, amistades, mundo académico, laboral, lúdico, etc. Lo explica claramente María Colodrón en su libro «Muñecos, metáforas y soluciones. Constelaciones Familiares en sesión individual y otros usos terapéuticos” (Desclée De Brouwer. 2009):
- Primer Orden, de pertinencia: todos y todas las personas de un sistema tienen derecho a pertenecer. El sistema también incluye a las personas que se han ido del sistema: por separación, por exclusión o bien por muerte. Cuando realizamos la fotografía de nuestro mundo afectivo podremos hacernos conscientes de si he excluido a alguien de nuestro entorno y eso nos está llenando de rabia (por ejemplo, me olvido de colocar a un hermano), o de si la pérdida de nuestro abuelo nos tiene enganchados a la familia de origen porque no hemos elaborado el duelo (y nos colocamos delante de él, dando la espalda a nuestra vida, por ejemplo). Son tomas de conciencia que pueden darse en este trabajo.
- Segundo Orden, de jerarquía: las personas que han llegado primero (familia de origen) al sistema tienen prioridad y reconocimiento jerárquico, y las personas que llegan nuevas tienen prioridad en cuanto a la atención y el cuidado (niños a los que hay que ofrecer un sitio seguro). Si no se respeta ese orden se produce un desequilibrio: si, por ejemplo, soy adulto y me hago cargo del destino de mi madre, la juzgo o intento expiar sus culpas: «yo lo hago por ti».
- Tercer Orden, la compensación entre “dar y recibir”: los mayores, los que han llegado primero dan. Los más pequeños, los que han llegado después, reciben. Cuando esto está desordenado provoca malestar en la persona y su sistema. Si siendo hijo/a intento dar a mi padre, a mi madre, en un intento de igualar la deuda que siento que tengo hacia ellos, cuidarlos, decidir por ellos… me perderé en el camino. La compensación sólo se puede dar “transgeneracionalmente”: “doy a mis hijos/as lo que mi padre y mi madre me han dado” y/o bien, si no tengo hijos/as: “disfruto de la vida en nombre de mis padres y del mío propio”. Ésta es la vía para mantener un buen lugar y orden en el propio sistema:
- El agradecimiento: “cojo lo que me das con amor y hago con él lo mejor que pueda”.
- Humildad: «tú eres el mayor y yo el pequeño», «te devuelvo lo que es tuyo» – en los casos que tomamos responsabilidades que no nos corresponden, que son de la madre, o del padre», y «yo no sé mejor que tú” dando un buen sitio a nuestros padres y madres.
Tere hace tiempo que busca pareja estable, quiere comprometerse y no lo consigue. Hace dos años que se le repite la misma situación: se enamora de mujeres que también se enamoran de ella, aunque todas tienen en común que no quieren compromiso. Bien porque tienen pareja estable o porque sólo buscan relaciones esporádicas. Ha decidido hacer terapia y hoy la psicóloga le propone realizar el trabajo de la “Fotografía de mi mundo afectivo”. Ésta es la foto que Tere hace:
Lo que observamos es lo siguiente: Tere se pone al lado de su padre. Tiene una alianza con el padre, dado que el padre y la madre tienen mala relación hace tiempo y están separados. La madre la coloca más lejos y detrás porque hace tiempo que no tiene mucha relación, suelen enfadarse cuando se encuentran y prefiere distanciarse. La pareja que busca, la posible pareja la coloca delante, porque no tiene lugar a su lado, está ocupado por el padre. Tere empieza a reírse cuando se da cuenta de que no tiene espacio para una pareja y hace el siguiente movimiento:
Y éste es el orden correcto: Tere como hija está situada delante del padre y la madre, que la apoyan. De esta forma Tere tiene el espacio libre al lado y por delante, el espacio de la vida para que haga realidad sus deseos, como encontrar a una pareja. Tere ha podido retirarse de un lugar que no le correspondía (junto al padre) y colocarse en su sitio. Al mismo tiempo le devuelve a su padre y a su madre, su lugar correspondiente. Tere se emociona, llora de tristeza y alegría. Tristeza porque se ha dado cuenta del dolor que le ha provocado cargar con la separación de sus padres. Y alegría de sentir que sus padres han decidido vivir separados y así está mejor y ella colocada delante de ambos, y no junto al padre (como si fuera su pareja, eso le vuelve a hacer mucho reír), se siente más libre y ligera, disponible para encontrar a una pareja.
¡¡Os deseo que encontréis un buen lugar en el mundo!! Existe para cada uno y cada una de nosotras.