Nora conoció a Alicia hace un par de semanas en una excursión por el Montseny y le propuso cena al cabo de unos días. Hubo química desde el primer momento, incluso uno de sus amigos lo señaló de forma sutil. Alicia sonrió cuando le hizo esta petición. Tenía dudas de si merecía la pena decirle en la primera cita que era bisexual ya que, en situaciones anteriores, le habían preguntado si era infiel en sus relaciones de pareja o si era muy viciosa en la cama. Este tipo de preguntas le hacen sentir incómoda porque le transmiten desconfianza…
Esta situación vivida por Nora es un relato que explican habitualmente muchas personas bisexuales en la consulta cuando tienen una primera cita, así como otras situaciones de bromas, insultos e incluso discriminación en el entorno laboral, familiar y/o personal. En una encuesta realizada en Reino Unido, un 32% de las personas bisexuales no están abiertas en su entorno familiar a diferencia del 8% de las personas gays y lesbianas. Esto se traduce en que la salud mental de las personas bisexuales se ve afectada con tasas más altas de depresión, ansiedad e intentos de suicidio.
¿Qué entendemos por BISEXUALIDAD?
La bisexualidad es una orientación sexual que hace referencia al deseo sexual y/o romántico hacia las personas, independientemente de su género. Esto no significa que sea de la misma forma, intensidad y al mismo tiempo.
Es necesario destacar que, aunque se habla de orientación sexual, los sentimientos, emociones y enamoramiento también forman parte de este concepto. Se da en hombres y mujeres, aunque en la actualidad se conocen más mujeres que hombres bisexuales. A lo largo de la historia, la bisexualidad ha existido siempre, aunque no siempre ha sido visible. Personajes como Alejandro Magno o Julio César son un buen ejemplo. Es importante entender que hasta 1890 no apareció el concepto en la literatura biológica puesto que se consideraba un estado de interesexualidad patológica.
¿Cuáles son los principales TÓPICOS que rodean la bisexualidad?
- ¿Hay un sexo que te guste más?
- Debes ser una persona muy viciosa, ¿no?
- ¡Seguro que es bisexual para esconder su homosexualidad!
- ¡Esto debe ser una fase!
- Si tienes pluma, ¿cómo te pueden gustar las mujeres?
- ¡Eres una persona muy abierta de mente!
El desconocimiento, el miedo a lo desconocido y los prejuicios alimentan este tipo de tópicos erróneos sobre la bisexualidad. Se puede ser una persona bisexual y, al mismo tiempo, ser monógama, poliamorosa o fiel como cualquier otra persona. La heterosexualidad no es una vacuna contra la infidelidad, pues lo mismo ocurre con la bisexualidad porque tiene que ver con la personalidad de cada uno. Una orientación sexual no determina a una persona, sino sería creer que las personas somos producto de un único estereotipo. Parece que el mundo sólo tenga que mirarse en términos binarios, carne o pescado, blanco o negro, etc. como si los grises no tuvieran vida. Por eso, he escogido la foto de un buffet libre donde no por que puedas elegir muchas opciones te quedas con todas.
¿Qué significa BIFOBIA?
Se entiende por bifobia el miedo o el rechazo hacia la bisexualidad y las personas bisexuales.
Parte de la premisa de que las personas debemos pertenecer obligatoriamente a una de las dos orientaciones sexuales y se les exige que se definan en términos de homosexualidad o heterosexualidad. Por eso, desde 1999, se celebra el 23 de septiembre el día de la visibilidad bisexual para tomar mayor conciencia de realidades a menudo invisibilizadas y que sufren más discriminación de lo que pueda parecer. Esta fecha coincide con la muerte de Sigmund Freud puesto que es una forma de reconocer su aportación al afirmar por primera vez que la bisexualidad es innata.
Probablemente si se entendiera mejor la bisexualidad, no nos sorprendería tanto que una compañera de trabajo casada hace seis años con otra mujer se enamore de un hombre o que una pareja heterosexual quiera incorporar a una tercera persona en sus encuentros sexuales, así como Nora le quiera explicar sin miedo qué significa ser bisexual en una primera cita si es que realmente es necesario. El reconocimiento social y el respeto por parte del entorno es imprescindible para un desarrollo libre de la propia identidad y personalidad.
¡Es importante recordar que negar la propia identidad puede hacer más daño que cualquier golpe!
Daniel Borrell Giró, psicólogo general sanitario colegiado núm. 12866, terapeuta sexual y de pareja