Cuando Katia conoció a Gerard le atrajo que él fuera un artista y que luchara por vivir de su pasión, él a duras penas podía sobrevivir con lo que ganaba y decía que este mundo no entendía su talento. Katia tiene un trabajo estable como secretaría de dirección y pensó que con algo de estabilidad y con su ayuda todo sería más fácil para él, así que al poco tiempo de conocerse lo invitó a vivir a su casa. A Katia le daba pena que Gerard no pudiera vivir de su vocación.
Desde el inicio de la relación ella se hizo cargo de la economía familiar, pero también se ocupaba de las compras, la casa y la hija que tuvieron en común porque pensaba que él necesitaba estar tranquilo para poder crear.
Al principio Katia se sentía bien en poder ayudar a Gerard y en darle la estabilidad que ella creía que él necesitaba, pero la realidad es que él no apreciaba todo esto como ventajas sino que sentía que no podía salir adelante por sí mismo, se sentía inútil, y cada vez hacía menos para conseguir vivir de su profesión; al mismo tiempo Katia se fue sintiendo cada vez más enfadada con Gerard, lo acusaba de egoísta y se quejaba constantemente de todo lo que ella hacía por ellos.
Katia y Gerard juegan los roles del triángulo dramático descrito por Stephen B. Karpman, están atrapados en el drama sin saber cómo salir de él. Los roles que se juegan en el triángulo son los de perseguidor, víctima y/o salvador.
En el artículo escrito por el psicólogo Daniel Borrell se puede profundizar sobre este tema:
Así tenemos que es posible jugar tres roles diferentes y que aunque nos identifiquemos más con uno de ellos, vamos cambiando dentro del triángulo dramático como en un carrusel.
Este triángulo también se le llama el triángulo de la supervivencia porque en la infancia asumimos estos roles para poder sobrevivir emocionalmente, en los tres roles el intento de la persona es conseguir cariño, pero es un intento equivocado. Cualquiera que sea el rol que inconscientemente se represente, la persona se acabará sintiendo mal, porque habrá entrado en un juego emocional.
Las características del salvador son:
- Hace cosas por otros que no desea hacer.
- Hace más de lo que le corresponde en una determinada situación.
¿Pero por qué actúa así el salvador?
- Porque le gusta que lo necesiten
- Confunde a personas con algunas dificultades con personas incapaces
- Han recibido la educación de que siempre debían hacer felices a los demás
El salvador con este tipo de interacción genera problemas con las demás personas, con su conducta incentiva el egoísmo de la víctima y al mismo tiempo la convierte en dependiente de él. Por otra parte, con su intervención el salvador no permite que la víctima desarrolle sus propios recursos, ya que daña su iniciativa.
Cómo es de esperar esta dependencia provoca ira y resentimiento en la víctima, pero también en el salvador, ahora veremos porqué.
La ayuda que da el salvador no es auténtica, él siente que los demás le necesitan, que la víctima no sabe o no puede pedir ayuda, ni resolver sus problemas, por eso asume la responsabilidad de solucionar los conflictos de la víctima y por esta razón se queja constantemente de sus esfuerzos.
Como el salvador prioriza las necesidades de los demás por delante de las suyas propias, en muchas ocasiones, se obliga a hacer cosas por otros aunque no le apetezca hacerlo. Si no lo hace, se siente culpable. Y aunque se sienta agotado en este rol, sigue esforzándose pero culpando a los demás de ser egoístas y desagradecidos.
También actúa por la necesidad de sentirse superior, cuando se hace cargo de los problemas de los demás no debe estar por sus propios problemas, evita hacerse cargo de su propio sufrimiento.
Como Katia en el ejemplo anterior, el salvador se cansa de ayudar, se queda sin fuerzas y culpa a quien salvó, todo esto genera ira en ella pero como no asume su responsabilidad en la dinámica, culpa a la víctima de su agotamiento. De esta forma, el salvador se convierte en perseguidor haciendo girar el carrusel otra vez.
Diferencia entre el salvador y el que ayuda sanamente:
- El salvador antes o después se convertirá en perseguidor de la víctima.
- La ayuda genuina es gratuita y sirve para aumentar los recursos de la persona receptora de la ayuda
- El salvador hace a quien ayuda más dependiente de la ayuda
Alternativas al triángulo dramático
Para poder cambiar estas dinámicas y salir del triángulo dramático, el salvador debe tomar conciencia del rol que juega y realizar cambios internos y externos para poder pasar del rol de salvador a un rol de ayudador empático.
- Practicar el NO: no hacerse responsable de los problemas de los demás.
- El ayudador se preocupa por los demás, pero suelta la capacidad del otro para resolver sus problemas por sí mismos.
- Tienen conciencia de sus necesidades y sentimientos propios, para decidir si dan o no ayuda.
- Por lo general, anteponen sus necesidades a las de los demás, para evitar sentirse superiores a los demás.
- Esperan que los demás pidan ayuda, y preguntan a la otra persona qué es lo que quieren, nunca suponen o adivinan lo que la persona que pide ayuda necesita.
Laura López Galarza
Psicóloga Colegiada 17148
Bibliografía
Berne, E. Juegos en los que participamos, la psicología de las relaciones. RBA libores, 2007.
Camino V., Ll. El triángulo dramático de S.Karpman, aplicaciones prácticas. Barcelona, 1998.
Steiner, C. La educación emocional, una propuesta para orientar las emociones personales. Javier Vergara Editor, Buenos Aires, 1998.