Estamos en el centro de Barcelona

hola@quantumpsicologia.com

693.729.607

QUÉ QUIERE DECIR SEPARARSE BIEN

Hemos decidido separarnos. Seguramente no habrá sido fácil, pero al fin hemos llegado a una conclusión. Para muchos sería ideal que a partir de ahí la cosa fuera tan sencilla como cancelar la suscripción del gimnasio o darse de baja de la compañía de teléfono. Lamentablemente y siendo realistas: no es así.

Hay muchas experiencias y emociones compartidas involucradas (buenas y malas), cambios en estilos de vida y lazos indisolubles: hijos, hipotecas, mascotas, amigos en común. Precisamente por estos vínculos que nos seguirán uniendo más allá de la relación, es especialmente importante escoger bien el camino por el que queremos conducir nuestra separación.

Gestionar las emociones

La rabia y la tristeza suelen ser las primeras en actuar. Quizás estamos decepcionados con el otro o percibimos una clara sensación de injusticia por la situación en la que nos encontramos. Es fácil que el instinto de autopreservación nos tiente a discutir con el otro para corroborar que nuestro punto de vista es el correcto, buscar culpables o peor aún: vengarnos y que se haga justicia. Es natural sentirse así, pero debemos preguntarnos si es útil la forma que escogemos de responder a estas emociones. ¿Nos sirve? ¿Nos ayuda? Y, sobre todo: ¿cómo afecta a las personas que nos rodean? ¿Qué pasará si lo explicamos a nuestro hijo que su padre/madre es un irresponsable que no se hace cargo de sus obligaciones? La adecuada gestión emocional es la que no actúa en caliente y nos permite reconocer lo que sentimos, valorar todas las posibilidades y responsabilizarnos de las respuestas.

Comunicarlo

Es un paso inevitable, tarde o temprano habrá que explicarlo a quienes nos rodean y habrá que tener en cuenta las características y la posición del que recibe la noticia. No es lo mismo decírselo a ese amigo del alma que siempre nos ha apoyado, que a la familia que tenía unas expectativas y una relación determinada con nuestra pareja o los hijos de diferentes edades y opiniones respecto a lo que significa la separación .

Por mucho que el principal afectado en esta situación sea uno mismo, esta decisión también afecta a los demás y hace falta que hagamos un trabajo empático y asertivo a la hora de transmitir la noticia de la mejor manera posible.

Pactar y ceder

Cuantos más pactos seamos capaces de alcanzar, más sencillo será navegar la post-ruptura. No sólo es conveniente negociar qué va a pasar con los tangibles: niños, vivienda y acuerdos económicos. También podemos hablar de cómo queremos que sea a partir de ahora la relación con los amigos comunes, el modelo educativo que preferimos por los hijos o la distancia que pondremos entre ambas partes.

La principal recomendación es que intentemos discutir cada punto de forma aislada e individual, punto por punto y manteniendo al margen las emociones que obstaculicen o nos alejen de objetivos prioritarios como el bienestar de los hijos.

En todo el proceso habrá que realizar un esfuerzo importante para ser flexibles, razonables, prácticos, generosos y honestos. Que cualquiera de las partes quede en una situación insatisfactoria o precaria no beneficiará a nadie.

Escrito por: Esteve Planadecursach

Psicólogo col. nº. 21.691