POSICIÓN EXISTENCIAL ANTE LA VIDA

14.50 h

Hoy lunes Joan y Marc han quedado para comer después de un mes sin haberse visto. Son buenos amigos desde que iban al instituto, hace ya diez años. Hablan a menudo por teléfono y se escriben algún correo electrónico; pero, en este último mes, no ha sido posible esta comunicación porque Marc tiene últimamente mucho trabajo y Joan acaba de ser padre por segunda vez. De todas formas, siempre tienen la costumbre de hacer un agujero en sus agendas y esta vez no han querido dejar escapar la ocasión de verse y hablar. En el trayecto hacia el restaurante, Joan empieza a pensar en el encuentro de hoy y se empieza a hacer las siguientes preguntas: ¿cómo se lo hace Marc para que todo le vaya bien?, ¿cómo es que siempre consigue lo que se propone?, ¿por qué es capaz de hacer sentir bien a los demás? y… ¿por qué me cuesta tanto a mí que las cosas me salgan bien? Por más vueltas que le da, no logra encontrar otra respuesta: cuestión de suerte. Por otra parte, después de salir del trabajo, Marc se siente una persona afortunada por mantener la amistad con Joan. A pesar de toda la responsabilidad del trabajo y el estrés que está viviendo, tiene ganas de explicarle el nuevo proyecto que le han encargado y siente curiosidad por saber cómo Joan está viviendo esta segunda paternidad.

¿Cómo se sitúan Joan y Marc delante del mundo? ¿Existen diferencias? ¿Qué ofrece de sí mismo Joan? ¿Y Marc? ¿Cómo se ven a sí mismos y a los demás? ¿Cuál es su posición frente a la vida? Estas preguntas extraídas de la viñeta de la comida de Joan y Marc nos llevan a pensar en el concepto de la posición existencial del Análisis Transaccional. Según Eric Berne, un niño pequeño tiene ciertas convicciones sobre sí mismo y sobre la gente que le rodea. Estas convicciones que probablemente se quedarán con él durante toda su vida son las siguientes: Estoy bien, No estoy bien, Tú estás bien y Tú no estás bien. Cuando unimos estos conceptos, obtenemos cuatro posiciones existenciales sobre uno mismo y sobre los demás. Por tanto, esto nos puede ayudar a pensar en cuál pueden ser las diferentes posiciones ante la vida por parte de Joan y Marc.

¿Qué es una posición existencial? Representa la posición fundamental que adopta una persona sobre el valor esencial que se percibe en sí mismo y en los demás. Está unida a la identidad personal, creencias, valores y sentimientos. Es, en definitiva, una forma de situarse ante la vida. Esta posición se adopta en la infancia para poder justificar una decisión basada en experiencias tempranas: “No me arriesgaré a querer a alguien porque mi madre me enseñó que no me amaba” o “No puedo confiar en los hombres porque mi padre está enfermo”. Su construcción puede situarse entre los tres y siete primeros años de vida.

1. – Yo estoy bien – Tú estás bien

Quien tiene esta posición existencial, se ve a sí mismo como una persona adorable y buena. Seguramente construirá un guión de persona ganadora. Esta posición puede ser realista si incluye situaciones en las que una persona puede sentirse mal y los demás también. Cuando una persona siempre está bien y los demás también, la posición se llama maníaca, ya que existe una negación del dolor.

2. – Yo no estoy bien – Tú estás bien

Quien tiene esa posición existencial, se sitúa como una persona víctima y perdedora. Se llama posición depresiva.

3. – Yo estoy bien – Tú no estás bien

Una persona con esta posición existencial considera que debe colocarse en una posición de superioridad frente a los demás para poder tratar a los demás en condiciones de inferioridad. Se llama posición paranoica.

4. – Yo no estoy bien – Tú no estás bien

El guión de vida de una persona perdedora forma parte de esa posición existencial. Se sitúa en una posición de inferioridad sin esperanza de que los demás le puedan ayudar porque también están mal. Se llama posición nihilista.

15.30 h

Joan mira al reloj y ve que se le está haciendo tarde. Pide la cuenta al camarero porque tiene una reunión en el trabajo a las cuatro. Se da cuenta de que se ha pasado buena parte de la comida quejándose de la segunda paternidad; en cambio, Marc no se ha contagiado de esa energía negativa y ha podido compartir la alegría del nuevo proyecto que le han confiado. Joan se pregunta: ¿por qué no me siento tan afortunado como Marc? Antes de reflexionar sobre él, recibe una llamada urgente y se despide rápidamente de Marc que se queda en el restaurante pensando en las conversaciones con Joan y se pregunta: ¿cómo es que yo me siento tan afortunado? Mira al reloj y se va a casa porque ha pedido la tarde libre en el trabajo.

A pesar de la poca información que disponemos sobre la vida de estos dos personajes, podemos decir que Joan probablemente tiene una posición existencial de Yo no estoy bien, Tú estás bien; en cambio, Marc se sitúa en un Yo estoy bien, Tú estás bien.