Si echamos una mirada atrás y nos remontamos hacia 2003, sólo el 39,9% de la población española utilizaba Internet en el ámbito de persona usuaria; en cambio, esta cifra ha aumentado hasta el 77,6% a los diez años. En 2004, apareció Facebook, una de las redes sociales que más ha revolucionado la comunicación entre las personas; pero, no fue hasta 2007 cuando llegó la versión española. En enero de 2013, esta red social ya disponía de 1.230 millones de usuarios en todo el mundo. El servicio de mensajería instantánea Whatsapp se creó en el 2009 y, actualmente, circulan ya 54.000 millones de mensajes en un solo día con millones de fotografías y vídeos circulando por la red. Si a estos datos tan espectaculares le sumamos otras redes sociales como Twitter o Instagram, podemos imaginar el impacto que la tecnología ha tenido en nuestras vidas.
Y, sobre todo, en el mundo de la pareja en sus distintas etapas: inicio, consolidación y ruptura haciendo visible las dos caras de la moneda
INICIO
– ¿Cómo os conocisteis?
– Por Internet
Cada vez hay más parejas que afirman haberse conocido a través de alguna página de contactos o alguna aplicación de smartphones sin vergüenza y con mayor permisividad social. Cada vez hay menos parejas que se enamoran en el gimnasio, la biblioteca o en la cola del supermercado. Una de cada seis parejas que se han casado en EEUU se conocieron en sitios de contactos en Internet, por tanto esto también significa que no es una manera de las generaciones más jóvenes. Según una encuesta realizada por el portal Match, el primer lugar para conocer pareja es el puesto de trabajo o el aula, el segundo es a través de amistades y familiares y el tercer puesto… es la red por encima de los contactos que se establecen en bares, discotecas o grupos deportivos. Hay páginas web que también ofrecen un servicio de compartimentación a través de un cuestionario que discrimina de forma más rápida y efectiva los rasgos que para ti son más importantes de otra persona como las aficiones, hábitos de vida, sitio de residencia, etc. Podríamos decir que Internet es la discoteca de los 90.
En la tarjeta de presentación digital, es necesario tener cuidado con que la imagen que se ofrece difiera de la real. En los perfiles, es recomendable responder de acuerdo a cómo una persona está en ninguna parte a cómo le gustaría ser. También es cierto que las fotografías escogidas, las aficiones que se publican y las sonrisas están muy presentes en las redes en lugar de los aspectos con mayor sombra que las personas tenemos. También se recomienda no prolongar el contacto online antes de pasar al face to face porque las opciones de fracaso son mayores y se idealiza a la otra persona. Las relaciones online no deben ser un prólogo, sino una finalidad en sí misma.
CONSOLIDACIÓN
Me gusta
Estoy en una relación con…
Las redes sociales y la mensajería instantánea también han entrado en el mundo de la pareja, no sólo en la fase de flirteo. Debemos tener en cuenta que somos el segundo del país con más dispositivos móviles llamados smartphones del mundo. Hay un momento significativo en la relación cuando se modifica el estado civil en Facebook con la frase: Estoy en una relación con… Esto denota un cierto grado de compromiso por parte de la pareja y una presentación virtual e instantánea a través de los contactos de cada uno de los miembros de la pareja. Suelen ser publicaciones que reciben muchos likes. Tampoco es necesario colgar fotografías con la nueva pareja porque esto denota necesidades de validación externa y admiración. El mensaje subliminal que hay detrás de este alud de publicaciones “Yo soy una persona valiosa porque alguien me quiere”. Saludar en algún momento del día a través de un whatsapp, enviar un emoticono con un corazón o un mensaje expresando: “Tengo ganas de verte” o “¿Qué ropa íntima llevas puesta?”. Es un servicio gratuito y llega de forma casi inmediata. Es importante que estos mensajes de texto no sustituyan a los mensajes verbales frente a frente. De todas formas, es necesario cuidar la hiperconexión con la pareja, ya que puede crear una relación tanto cercana como absorbente.
La parte negativa del mal uso de las redes está relacionada con una mala gestión de toda la información publicada. Según la asociación de abogados matrimonialistas, dos de cada tres divorcios que se producen en EEUU tienen Facebook entre las principales causas. Cuando aparecen los celos y el espionaje hacia la pareja, también se traslada a través de estos canales. Hay empresas que se encargan de dar todos los datos de tu pareja (mensajes en redes sociales, SMS, llamadas de voz…) a través de una aplicación que se instala en su móvil. La desconfianza no se resuelve en la red porque estamos hablando de un problema que acaba siendo virtual y real, al mismo tiempo.
RUPTURA
– ¿Por qué no me dices nada si estás conectado/a?
– Te bloqueo del FB porque me duele ver lo que publicas.
Cotillear el Facebook cuando tu pareja ha dejado la sesión abierta al cerrar el pc o mirar el whatsapp sin su consentimiento ayudan a debilitar la relación y, sobre todo, la confianza, que es un pilar básico en la estructura sana de una relación de pareja. Ahora es muy fácil entrar en estos canales porque, cuando una persona sabe la contraseña del móvil de su pareja, basta con cogerle el móvil para mirar todas las apps porque existe un acceso libre sin contraseña. Hace unos meses, salió una noticia que creó cierto revuelo, titulada: “Whatsapp provoca 28 millones de rupturas de pareja” haciendo referencia al mito del doble check que significa que el receptor había leído el mensaje enviado.
En los últimos meses, también ha aparecido un acto que está a punto de ser tipificado como delito que es la porno-venganza que consiste en utilizar fotografías y vídeos tomados en la intimidad para publicarlas o viralizarlas a través de las redes sociales. Lo más recomendable cuando existe una ruptura es dejar de ser amigo/a o bloquear para poder elaborar el duelo por la pérdida en lugar de castigarse cuando hay una nueva actualización en cualquiera de las redes sociales.
Afortunadamente, la decisión de enviar un emoticono con un corazón o espiar la última conexión de la pareja es una decisión de cada uno de nosotros.
Las redes sociales no son las responsables de los celos o de las rupturas actuales, pues tú puedes decidir si las tecnologías son un buen aliado para cuidar la relación de pareja o un enemigo para alimentar inseguridades
En este enlace, puedes escuchar el programa “Las mil y una noches de María de la Paz Janer” de Cataluña del pasado 8 de septiembre en el que hablamos de la pareja en tiempos de Twitter!
El amor en los tiempos de twitter (o como un doble check puede arruinar una relación)