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HABLEMOS DEL SENTIMIENTO DE VACÍO

Según el diccionario de la Real Academia Española, el vacío hace referencia a algo “falto de contenido físico o mental”.

A lo largo de la historia numerosos pensadores, filósofos, psicólogos y psiquiatras han hablado del vacío dando diferentes conceptualizaciones de este, sin embargo, el vacío no ha sido estudiado en profundidad y es difícil de definir.

El vacío existencial

Algunos describen el vacío como una existencia sin sentido. Se trataría de un vacío existencial que puede relacionarse con el propósito de la vida. En este sentido se entiende el vacío que sienten algunas personas ante una vida superficial donde no hay mayor propósito, o cuando ya se han conseguido ciertas metas y no hay nuevas motivaciones, se percibe la vida como aburrida, superflua o acompañada de un sin sentido generalizado.

También puede asociarse este sentimiento a ciertas pérdidas o duelos, en los que las personas entran en contacto con la ausencia de sentido al no tener a aquellas personas o actividades que las hacían sentir útiles, con metas y gratificaciones. Algunos ejemplos de estas situaciones serían el nido vacío, la pérdida de la pareja, la jubilación o un despido laboral. Frente a este tipo de vacío existencial, Víctor Frankl propone que la búsqueda de sentido vital podría dar fuerzas a las personas y conferirles una identidad que les permita una vida satisfactoria y fructífera.

El vacío emocional

Existe, sin embargo, otro sentimiento relacionado con el vacío, ya no existencial, sino más emocional que puede incluso sentirse en el cuerpo. En las sesiones de psicoterapia algunas personas se refieren a sentir una sensación de vacío interno, lo describen de diferentes formas, como algo intenso que no pueden calmar o llenar, que siempre está presente o que nunca se va. Hay quienes sienten que los anula o paraliza; otros lo describen como la nada, un estado que no les permite sentir emociones; y, a veces, lo describen como un agujero que lo ocupa todo.

El sentimiento de vacío también puede asociarse con rasgos depresivos como el tedio, la apatía, la soledad, la angustia o la anhedonia, pero no es ninguna de las emociones anteriores, es algo distinto.

Entonces, para poder definir si el vacío está o no relacionado con una enfermedad o cuadro mayor es muy importante observar si se trata de un sentimiento transitorio, vinculado con el momento vital que se está atravesando, o si es permanente.

En el primer caso puede tratarse de una crisis vital, como la adolescencia, el momento en que los hijos se marchan de casa de los padres o la jubilación, por ejemplo. También puede tratarse de una situación que irrumpe en la vida de la persona como un cambio o pérdida inesperados.

En el segundo caso, es decir, el de vacío permanente, es necesario considerar ese sentimiento junto a un conjunto de síntomas. Al mismo tiempo, es imprescindible tener presente la historia de vida de quien lo sufre. Asimismo, hay que considerar desde cuándo la persona tiene ese sentimiento y otras emociones perturbadoras, en qué momentos o situaciones aparece con mayor intensidad y, por supuesto, en qué medida afecta a la persona y si es generador de sufrimiento.

El sentimiento de vacío como algo que se desea tapar, llenar, dormir o anestesiar, ha llevado a algunas personas a:

  • tener comportamientos autodestructivos como autolesionarse o abusar del consumo de sustancias tóxicas;
  • asumir conductas de riesgo como conducir a altas velocidades o practicar deportes extremos;
  • jugar de forma patológica;
  • mantener conductas sexuales compulsivas;
  • tener relaciones de dependencia afectiva;
  • y, en casos extremos, ha llevado al suicidio.

También hay personas que, frente a la incapacidad de sentir, ejercen violencia sobre otros.

Hay quienes intentan llenar ese vacío a través de la comida, ya sea dejando de comer, como en la anorexia, o ingiriendo más de la necesaria y/o de la que se considera saludable, como en los casos de sobreingesta o bulimia.

La terapia psicológica cuenta con marcos teóricos y técnicas que pueden ayudar a las personas a hacer frente y sanar ese sentimiento, y las conductas asociadas antes mencionadas, tanto si se trata de un sentimiento de vacío pasajero o de uno permanente, y siempre que genere un malestar que la persona sienta difícil de manejar por sí misma.

Laura López Galarza

Psicóloga Sanitaria. Colegiada 17148

Referencias

Mosquera, D. y Seijo, N. Curso trabajando con el vacío. Instituto Intra-tp. Marzo de 2021.

Palomares, N. Tesis doctoral. El sentimiento de vacío en el trastorno límite de la personalidad: construcción de un cuestionario sobre el sentimiento de vacío en TLP. Universidad Complutense de Madrid, 2016.