La Fariza se acaba de bajar una app para ligar porque le ha recomendado un compañero de trabajo que tiene un montón de citas y, después de una semana donde ha contactado con diferentes perfiles que le han despertado interés, no ha obtenido respuesta por parte de ningún perfil. Se siente frustrada y deja de valorarse porque siente que no gusta a las chicas. Paula ha empezado un nuevo trabajo este mes de marzo donde debe conseguir captar nuevos clientes por la calle para una ONG que vela por erradicar la pobreza del tercer mundo. El supervisor de su zona le ha llamado la atención porque no está consiguiendo los resultados esperados. Hoy ha terminado su jornada dolida, frustrada y triste porque reconoce que, cuando recibe un no por parte de la ciudadanía, le afecta demasiado. Andreu le ha pedido a su hermano pequeño que le acompañe a ver una película que acaban de estrenar y le ha vuelto a decir que no le apetece. Se da cuenta de que, cuando una persona le importa, se siente despreciado y no puede evitar enfadarse con su hermano por rechazar su invitación.
Todas estas historias cotidianas tienen un denominador común que se basan en recibir una negativa por parte de los demás y sentirse rechazado/a. Una vez escuchado éste no, el significado que cada persona le atribuye y las creencias que se activan provocan un malestar que puede desencadenar en frustración, impotencia y, en muchas ocasiones, un ataque a la propia autoestima. Cuando te preocupa caer bien a los demás, no sentirse aceptado/a socialmente y la opinión que los demás tienen sobre ti, el miedo al rechazo se convierte en una auténtica bofetada. Según un estudio realizado en la Universidad de Michigan, tu cuerpo libera las mismas sustancias cuando vives una situación de rechazo que cuando alguien te da un puñetazo. El sistema analgésico que se activa cuando una persona se siente rechazada es el mismo que cuando se produce una agresión física.
¿QUÉ QUIERE DECIR SENTIR MIEDO AL RECHAZO?
El miedo al rechazo se experimenta cuando una persona se siente evaluada o juzgada por los demás. Este miedo se activa cuando quieres acercarte a una persona que te gusta en un bar y te preocupa que te rechace o cuando postergas la elaboración de un proyecto por la nota que te puedan poner. La mente anticipa una realidad imaginaria y hace real lo que no lo es, por eso hay personas que dejan a un lado sus necesidades y deseos para ser aceptados/as y otras que evitan al máximo este tipo de situaciones. A pesar de que todas las personas tenemos ese miedo, el problema aparece cuando ese miedo es tan intenso que te limita ciertas conductas y te paraliza.
¿CUÁLES SON LAS POSIBLES CAUSAS?
Las experiencias de rechazo vividas en el pasado condicionan el presente cuando el miedo al rechazo es muy intenso. Si te has sentido rechazado/a cuando has tenido una primera cita o en entrevistas de trabajo, estas experiencias refuerzan ese miedo. Haber sufrido acoso escolar durante la infancia o, incluso, agresiones psicológicas y/o físicas pueden condicionar este tipo de comportamiento como un mecanismo de defensa frente a la agresión a la propia autoestima. Por eso, cuando una persona le da mucha importancia a la opinión sobre uno/a mismo/a, no gustar se convierte en una amenaza ya que nunca se puede agradar a todo el mundo, de la misma manera que hay personas que no te gustan a ti. Cuando se busca la validación y no se puede tener la certeza del significado de las palabras, gestos o miradas, se buscan señales constantemente y no se deja de pensar en qué puede pensar el otro de mí. Que sea posible no significa que sea probable. Lo más importante ante este miedo es la aceptación de uno mismo como buen antídoto.
La interpretación que se hace de la experiencia de rechazo es determinante ya que no es lo mismo creerme que no valgo porque me han rechazado en una entrevista de trabajo que pensar que mi perfil no encaja en lo que está buscando esta empresa . Cuando una persona cree que la rechazan por todo lo que es, es distinto a pensar que la rechazan por lo que está haciendo en estos momentos.
CUANDO EL FRACASO SE CONVIERTE EN EL ÉXITO
Las experiencias de fracaso son una nueva oportunidad para conseguir el éxito. ¿Sabías que J.K. ¿Rowling, la autora de los libros de “Harry Potter”, fue rechazada por años por un montón de editoriales? Walt Disney recibió 300 negativas de distintos inversores para crear los famosos parques de atracciones. ¿Cuántos intentos realizó Thomas Edison antes de crear la luz? Una de las historias más conocidas de fracasos convertidos en nuevas oportunidades es las 1000 creaciones previas de Thomas Edison antes de inventar la luz. ¡Estoy seguro de que tú también tienes propias!
¿QUÉ ME PUEDE AYUDAR A SUPERAR ESTE MIEDO?
Dejar de ser quien se es para gustar es una decisión peligrosa que te coloca en un escenario donde tu identidad se diluye en beneficio de likes de plástico. Sé consciente de la cantidad de personas a tu alrededor que te aceptan cómo eres ya que, en muchas ocasiones, la mente sólo se centra en aquellas personas que no lo hacen. El comportamiento de los demás no depende sólo de ti, por eso obtener un Sí o un No viene determinado por otras factores que deben tenerse en cuenta a la hora de analizar cómo, por ejemplo, si acaba de dejar una relación de más de 15 años o si no le gusta el tipo de cine que le propones. Creer que el motivo sólo depende de uno mismo es un error. Por eso, es necesario que, a pesar del miedo, enfrentarse a este tipo de situaciones para que ese miedo pueda disminuir paulatinamente.
El rechazo forma parte de la vida y es necesario convivir con él de forma amigable, comprensiva y objetiva sin vivirlo como un ataque o algo personal. Merece la pena convertir el rechazo en un aliado en lugar de un enemigo. Tener un buen autoconcepto y confianza en uno mismo son los mejores ingredientes para hacer frente a situaciones de rechazo que hemos vivido, vivimos y viviremos!
Daniel Borrell Giró, psicólogo col. 12.866