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CUÁL ES TU ORIENTACIÓN SEXUAL

Homosexualidad vs. Heterosexualidad, las personas tenemos la necesidad de ordenar y clasificar los elementos que nos rodean, pero estas etiquetas pueden tener significados muy distintos según quien las utilice.

¿Son dos categorías distintas o tienen alguna relación?

Podemos afirmar que algún tipo de relación sí tienen estos dos términos, ya que al menos ambos figuran y comparten titularidad en este artículo. Hablamos de hetero u homo en sexualidad para referirnos a dos de las categorías mayoritarias que componen la orientación sexual, hasta aquí todos estaremos de acuerdo, pero la definición se complica cuando concretamos algo más.

Se trata de la atracción, deseo o cariño que a nivel sexual podemos sentir por una persona del mismo o diferente género (masculino o femenino).

Entonces… ¿cualquier deseo por pequeño que sea hacia una persona de nuestro sexo nos vincula a la homosexualidad? ¿Y si resulta que nunca se han consumado estos deseos? ¿Y si lo he hecho sólo una vez cuando era joven? ¿Si siento deseos por una persona transexual soy homo o hetero?

Entramos en un terreno subjetivo. Por ejemplo, un beso en los labios puede tener mucho o ningún significado según quien sea su receptor (su sexo biológico, identidad de género, la relación que tengamos con esa persona…), el contexto en el que tenga lugar, el tipo de cariño que haya ligado a este acto, etc.

Esto sin tener en cuenta que las personas cambiamos constantemente, tanto en la forma en la que actuamos, como en la que pensamos e incluso en nuestros gustos y preferencias, lo que nos lleva al siguiente punto:

¿Se elige o se construye?

En este aspecto existen dos grandes corrientes: la biología y la ambientalista. Los primeros dan más peso a la expresión genética de la variable “orientación sexual, ligándola así a una condición innata, o como mínimo; con cierta predisposición no escogida. Los segundos, lo atribuyen al resultado de un aprendizaje social, familiar y cultural, dando a entender que estas etiquetas son construcciones sociales y dejando un cierto margen a algún grado de flexibilidad en cuanto a la expresión de un tipo u otro de orientación.

Cabe destacar que la mayoría de las explicaciones a nivel científico son de tipo interaccionista: bio-psico-social, y que las diferentes investigaciones sobre el “origen” de la orientación sexual no han dado conclusiones lo suficientemente contundentes para teorizarlo.

* Estudio de la relación entre variables psicosociales y homosexualidad

* Estudio de la relación entre variables biológicas (hormonales) y sexualidad

¿Y qué ocurre con la bisexualidad?

Hay quien lo entiende como un paso previo a la homosexualidad, meter un pie en el agua para calibrar la temperatura antes de tirarse a la piscina. Otros lo identifican como la tercera vía en juego: hay quien se siente atraído por hombres, otros por mujeres y a estos terceros les atraen ambos por igual.

Sin embargo, según se desprende de la teoría acuñada por Kinsey en uno de los estudios más amplios en sexología humana: todos somos bisexuales. Esta explicación sitúa homosexualidad y heterosexualidad como los dos extremos de un mismo continuo donde los absolutos son prácticamente inexistentes, y en el que todos nos movemos con una tendencia más o menos pronunciada hacia uno de los lados.

Así pues, a pesar de nuestra necesidad por clasificaciones sencillas, el comportamiento humano es mucho más complejo y está más cargado de matices de lo que pensamos, también en lo que se refiere a la sexualidad.

Algunos datos:

  • Se sigue produciendo discriminación por motivos de orientación sexual.
  • La homosexualidad y la bisexualidad no son trastornos mentales, fueron descartados del manual diagnóstico DSM en 1973.
  • El informe Kinsey (1948) afirma que el 60% de los hombres y el 33% de las mujeres participaron al menos de una práctica homosexual desde los 16 años.
  • Se han observado comportamientos homosexuales y/o bisexuales en más de mil quinientas especies.
  • No existe un gen predictor de la homosexualidad (Xq28).
  • Las personas no heterosexuales tienen una mayor probabilidad de sufrir otros trastornos psicológicos.

Esteve Plandecursach

Psicólogo col. 21.691, terapeuta sexual y de pareja