14 BENEFICIOS DE LA PRÁCTICA DE MINDFULNESS

«Aunque el polvo de oro es hermoso, cuando entra en tus ojos, no te deja ver»

Hsi Tang

Transformar los patrones dañinos de la personalidad de una manera saludable

Podemos describir tres tipos básicos de personalidad:

La que se construye en torno al deseo. Este tipo siempre está buscando, quiere más, quiere satisfacción a través de los placeres, buscan lo que le gusta en el mundo de los sentidos. Él ve todo aquello agradable y se entretiene en eso. Evita el conflicto y busca la harmonía e incluso, faltando honestidad Es el carácter apegado.

La transformación de los patrones dañinos de la conducta ocurre a través de la práctica de liberar, liberar la codicia, la adicción, la condición insalubre. Tenemos dentro nuestro todo lo que deseamos. El poeta de la India Kabir, lo expresa de la siguiente manera: «Me rio cuando siento que los peces del mar tienen sed».

La que se construye en torno al juicio y el rechazo de la experiencia. Este patrón ve fácilmente los errores, los problemas. Es una persona crítica y desprecia muchas cosas. Hay características de rigidez y avaricia. Es el carácter que evita, que se resiste a la experiencia. Cuando esta experiencia es dolorosa, el hábito es retirarse o atacar con ira, culpa o escape.

La transformación de la evitación se produce abriéndose a la experiencia, acogiéndola, conectándose con el dolor que puede causar.

La que se construye en torno a la inseguridad y la confusión. Este patrón no sabe exactamente qué hacer o cómo relacionarse con el mundo. Buscan la paz mental ignorando lo que está sucediendo en el mundo o a través de la inacción. Puede estar perplejo y preocupado, con el pensamiento disperso. Es el carácter impulsado por la ilusión.

La transformación de la ilusión comienza con la atención plena del momento presente, de percibir correctamente la realidad, de darnos cuenta de la no permanencia.

¿Te aferras a las experiencias, las evitas o más bien las niegas o las confundes?

Descubrir tu patrón básico le permitirá centrarse en la práctica necesaria. Si eres del tipo aferrado, práctica dejar ir, no aferrarse. Si la evitación predomina más, práctica estar presente en el momento presente. Y en caso de que prevalezca el carácter ilusorio, practica la atención plena del momento.

Desarrollar la dedicación

La dedicación es una intención a largo plazo, es un propósito. Cuando se tiene una intención a largo plazo es más difícil perder, porque cuando sucede podemos volver a nuestro camino, es como una brújula.

La expresión «el camino del infierno está lleno de buenas intenciones» nos avisa cuando la intención se mezcla con la ilusión.

Podemos darnos cuenta cuando nuestras acciones causan algún daño a otros, en nombre de «algún bien», que es probablemente ilusorio. Solo cuando actuamos desde la sabiduría de la no separación, entendiendo la forma en que todos los seres están unidos, nuestra intención traerá beneficios.

En tu práctica de atención plena de estos días, los invito a descubrir cuál es el patrón básico predominante en su personalidad y trabajar por su transformación saludable.

También te sugiero que observes cuál es tu intención a largo plazo, a qué quieres dedicarte, cuál quieres que sea tu aportación, tu propósito.

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